Hoy sólo de chile

Se me ocurre que al hablar del chile alguien puede pensar que este espacio se trata de gastronomía y en especial de sabores mexicanos. No es así, me referiré un poco a las propiedades terapéuticas que tiene este tan mexicano producto.
El Capsicum, ají, pimiento o chile, es un producto natural exótico característico de nuestra gastronomía durante siglos, desde la época prehispánica hasta nuestros días. El sabor ancestral del chile no sólo deleita el paladar sino que enriquece nuestra alimentación, con sus vitaminas y propiedades digestivas.

Lo que determina cuán picante es un chile es la capsaicina, un conjunto de químicos ubicados en la placenta del chile, cuya distribución y concentración en las paredes determina que tan picante es un chile. No sólo son su sabor y olor lo que hacen bueno al chile. Su valor nutritivo es muy alto, porque contiene mucha vitamina A y al consumir una pequeña cantidad de chile obtenemos una concentración de esta vitamina suficiente para cubrir los requerimientos de todo un día.

Además, el chile también juega un papel importante en la cultura terapéutica tradicional mexicana. Los médicos prehispánicos lo utilizaban para aliviar problemas respiratorios y estomacales; también ciertas mezclas servían como dentríficos, para aliviar estreñimientos, dolores de parto, resaca, entre otros muchos usos actuales. Existen los champús de chile que se han hecho populares con la creencia de fortalecen el pelo y detienen su caída, y hay pomadas contra la inflamación que contienen capsaicina. Estas pomadas son muy populares en los Estados Unidos y por supuesto, se venden libremente y no requieren receta médica. Su efectividad para aliviar dolores musculares y osteoarticulares está comprobada.

En fin, el chile es un gran exponente de nuestra cultura y debemos reconocer sus innumerables cualidades. ¡Por algo cada vez tienen mayor demanda en el extranjero!